sábado, 28 de septiembre de 2024

 

                  INÉDITAS AVENTURAS DESDE LA RODA

Siempre gustó mucho nuestro pueblo. Por su situación geográfica entre importantes vías de comunicación, haciendo accesibles y fáciles los viajes a las playas y puertos levantinos, o en sentido contrario, viajando  al centro y capital de la nación con la misma comodidad y presteza; o tal vez por su ambiente y vida tranquila y sosegada, castellana, muy manchega y, aunque humilde, no exenta de inquietudes y sueños de grandeza… nuestra villa ha sido muchas veces elegida como lugar de residencia y destino de personas de la más variada condición. A las gentes les gustó y les gusta vivir en La Roda. Algo especial tendrá que la hace atractiva.

   Pero también nos enorgullece que  haya sido el lugar de origen de olvidados personajes no ficticios; los últimos descubiertos los hemos recogido para nuestra modesta historia local en el anterior artículo publicado; como fueron: el “maestro de capilla” Bernardo Bernardino de Monteagudo, el traductor morisco Mahamet el Tahager de Urrea , el morisco  Mahamet Corral Andaluz, y el judío-converso Alonso Pacheco Solís.

Mas, nuestro asombro es ya mayúsculo cuando alguien, ─no se sabe su nombre,  y por lo tanto, su curioso y elaborado trabajo sigue siendo anónimo─, escribiera en lengua francesa cinco tomos o libros, continuando la vida y aventuras del famoso personaje ficticio de don Quijote de La Mancha, afirmando que nació y vivió aquí en La Roda, y  dentro del asombro debería enorgullecernos. Quien fuere el autor francés que eligió nuestra villa como la aldea natal del ingenioso y famosísimo aventurero manchego, no sólo nos sorprende, también nos congratula y honra, dando prestigio y solera a nuestro pueblo.

Dibujo de Benjamín Palencia para la portada del libro de fiestas del año 1966

   ¿Y por qué no? Cualquier lugar de La Mancha puede aspirar a  querer adjudicarse el honor de su nacimiento y estancia, puesto que don Miguel de Cervantes no lo dejó explícito, al no quererse acordar.

   Y nos llama mucho la atención que un autor francés, desde luego culto, ilustrado y conocedor de España, eligiera nuestra villa de La Roda como “Patria Chica” del Quijote, por las razones que tuviera o encontrara, ¡Y debería enorgullecernos!

   Esta obra francesa del siglo XVIII (“Continuación nueva y verdadera de la historia y aventuras del incomparable Don Quijote de La Mancha”), sigue sin traducirse al castellano, pero ha sido estudiada y comentada por el cervantista, historiador y biógrafo don José María Asensio, entre otros. Su desconocido autor decidió continuar con las aventuras de don Quijote, que según él no llegó a morir, como se reflejaba en la lectura de la segunda parte del Quijote de Cervantes, sino que sanó y siguió su existencia en La Roda, junto a Sancho Panza, apacentando rebaños de ovejas y escribiendo poemas de amor a su amada Dulcinea, hasta que decidió hacer una cuarta salida de La Roda ante la llamada real de Felipe III, personándose en Madrid. Y siempre, después de sus nuevas y locas aventuras volvería a su casa en La Roda. En el segundo tomo de la obra, don Quijote se casa en La Roda con su amada Dulcinea, y en el quinto tienen una hija de nombre María. En este último tomo, ante la nostalgia y pesadumbre de no poder seguir saliendo a buscar aventuras, don Quijote muere en La Roda.

   Por ser nuestro pueblo el gran protagonista geográfico y sentimental de don Quijote, desde donde comenzaba y finalizaba su vida y aventuras en esta novela francesa,  nos deberíamos sentir muy honrados y satisfechos de que los lectores de ella en el siglo XVIII y posteriores, pudieran conocer la existencia del lugar natal y residencial del famoso don Alonso de Quijada: La Roda.

   A nosotros, quienes aquí vivimos, aunque asombrados, estamos contentos que así se escribiera y ocurriera todo; y está claro que a las personas foráneas les gustó y gusta nuestra inquieta y  honrada villa. Y, por supuesto,  a todos nosotros, hijos y vecinos de antaño o de ahora, también nos gusta, y la respetamos y queremos.

ADOLFO MARTÍNEZ GARCÍA


miércoles, 25 de septiembre de 2024

 

             OTROS NOMBRES DESCONOCIDOS

Encontrarte nuevos personajes rodenses de un lejano y desconocido pasado,  y  que antes no tenías ni idea de su existencia, congratula. Especialmente cuando a sus desconocidos nombres se les atribuye y asocian unos hechos más o menos llamativos o importantes; pero que, precisamente, es por dichos hechos curiosos por los que han llegado y trascendido sus nombres hasta nosotros. Es decir, que no sólo son unos nombres más, incluidos en una lista determinada, como un censo, sin más datos; sino que ya llevan incorporado y asociado  algo concreto, aunque fueran unas simples anécdotas o hechos curiosos que les han hecho perdurar y llamar la atención de los investigadores o historiadores.

   Ya dí a conocer, en mi reciente y último libro “Los artífices de la torre de La Roda” (capítulo III, pp. 67 a 73), a un rodense nuevo y desconocido hasta entonces: Bernardo Bernardino de Monteagudo, hijo de Ana de Monteagudo y de Agustín Bernardino, el gran maestro cantero y uno de los arquitectos de la esbelta y renacentista torre de nuestra iglesia parroquial El Salvador. Dicho hijo llegó a ser un gran músico en su tiempo, ejerciendo su magisterio como Maestro de Capilla en diversas localidades importantes, como ya expuse en el mencionado libro.

   Y, deseo compartir con vosotros, amigos lectores, la existencia de tres nuevas personas de nuestra villa, muy curiosas y lejanas, que nos recuerdan los nostálgicos sentimientos de aquellos españoles rodenses, que tuvieron que abandonar España por las intransigencias religioso-políticas de su tiempo, por las sospechas sobre sus credos o creencias prohibidas, bien musulmanas o bien judías, que hoy, con nuestros nuevos criterios y libertad de pensamiento y expresión, etc., podríamos juzgar como una inmensa injusticia, pues eran tan españoles y rodenses como nosotros mismos, y tenían derecho a vivir en su patria, no a ser expulsados; aunque no debamos juzgar los hechos de siglos atrás con nuestra mentalidad actual, moderna y libre.

   Y quiero referirme al morisco “originario de La Roda de La Mancha”, Mahamet el Tahager de Urrea, importante traductor del árabe al castellano en diversos libros, entre los que se destaca el de “La Historia de Túnez”; libro manuscrito encuadernado en pergamino que se conserva en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia.

Una de las primeras  páginas del libro manuscrito con la Historia de Túnez

   Otra persona que no olvidó su lengua y sus orígenes rodenses fue el también morisco Mahamet Corral Andaluz, cuando en su visita al religioso trinitario Francisco Ximénez  en el hospital de Túnez que había creado para cautivos cristianos, el mismo fraile nos lo cuenta en su “Diario de Túnez”, (según el trabajo publicado por Mikel de Epalza, de la Universidad de Alicante: “Nuevos documentos sobre descendientes de moriscos en Túnez en el siglo XVIII”),   recordando que sus abuelos, moriscos expulsados de España y acogidos en Túnez, eran de la villa de La Roda; y comentó la extraña situación en la que se encontraban, pues dijo que los habían echado de España por ser moros, y que allí (en Túnez y otras poblaciones africanas) los tenían por cristianos y a cada instante les decían “cristiano hijo de cristiano”.

   Por último, quiero hacer mención a otro rodense “cristiano nuevo”, en este caso judío, judío-converso, que también habían sido expulsados de España antes que los moriscos:

   Alonso Solís o también llamado Alonso Pacheco Solís, había nacido en La Roda en el año  1506, hijo de Isaac Abenxuxen, de nombre cristiano Andrés Solís, y de Leonor Méndez, familia finalmente avecindada  en Villafranca, un pueblo de Toledo. Alonso viajó a las Islas Canarias y trabajó como comerciante de paños, logrando obtener una incipiente fortuna y el respeto de sus conciudadanos;  también hacía de mensajero en sus viajes de Canarias a la península; y llegó a ser regidor y Alférez Mayor de Gran Canaria. Por encargo del rey Felipe II fortificó las defensas de las islas contra piratas y asaltantes contra los barcos que llegaban de América, y organizó la defensa de las islas con Milicias, al no disponer de un ejército permanente. Casado con Teresa Herrera Contreras, también judeoconversa, tuvieron una numerosa descendencia.  ( Sus datos, muy curiosos e interesantes para nosotros, sus paisanos rodenses, se contienen en el Tribunal de la Santa Inquisición en  el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria y publicados en su blog por Eduardo Pedro García Rodríguez con su trabajo “La historia resumida de Canarias…”.

   Dado que, por la escasez de fuentes y documentos antiguos que se refieran a nuestra localidad, no sabemos demasiado de nuestro pasado histórico, …cualquier noticia, por insignificante que sea  sobre nuestras gentes y nuestra tierra, la recojo y doy a conocer a los demás, gustosamente. Gracias por vuestra atención.

Adolfo Martínez García


miércoles, 11 de septiembre de 2024


DESDE QUE TÚ TE HAS IDO 

Este es el título que he puesto al vídeo que he formado con algunas entrañables fotografías en donde está Carmen, mi mujer, para recordarla y sentirla aún mejor; y también es el título de la canción que acompaña de fondo a estas fotos en el vídeo. 

 No me canso de enaltecer y recordar a Carmen. Seguro que quienes la apreciaban y querían, como nosotros, su familia, o sus amigas y vecinas, se alegrarán de leer y ver este trabajo que publico y en donde ella sigue presente. 

Creo que a todas las personas nos ocurre lo mismo cuando has visto morir a tu pareja, todavía joven para morir, aunque la muerte no respete las edades, sintiéndote impotente y desesperado; sin poder remediar esa gran tragedia, ni  asumirla. 

Sólo nos consuelan algo los recuerdos que mantenemos vivos en la mente, más las fotografías y los vídeos que guardamos como un tesoro porque contienen la querida imagen de ella. 

Ahí, en esos recuerdos gráficos y auditivos, existen y subyacen pequeños retazos de aquel tiempo de felicidad y belleza vividos a su lado y, como mágicamente, al volver a verlos, e imaginar y sentir aquellos momentos felices del pasado, nos ayudan a  no afligimos tanto; aunque las añoranzas puedan hacernos llorar. 

Adolfo Martínez García



martes, 3 de septiembre de 2024

                                                      RECUERDOS DE LA ESCUELA



La fotografía que acompaña a estas palabras creo que la hice por el año 1988, cuando estos chicos y chicas estaban en el cuarto o quinto curso de Primaria, casi terminando ya esa primera parte o etapa de la EGB, y pronto empezarían con la segunda etapa que abarcaba los cursos de sexto, séptimo y octavo. Yo fui su tutor desde el curso de segundo, allá por 1985. (Aunque, antes de ser tutor de este curso, y desde que llegué a La Roda al Colegio José Antonio, hoy Purificación Escribano, en el año 1974, procedente de Villarrobledo ─Colegio Graciano Atienza─, estuve dando la Educación Física a toda la segunda etapa del José Antonio, además de la Plástica, Pretecnología y la Música. “Las Marías” que llaman en el “argot estudiantil”, pero que a mí me encantaban y me sentía especializado).
Por lo tanto, en el año mencionado de 1985, dejé de impartir clase en la segunda etapa de la EGB, después de diez años dando la Educación Física, etc. y me pasé a la primera etapa “cogiendo” un segundo curso como tutor, y al que les daría casi todas las asignaturas, incluida la Educación Física, (ahí descubrimos las cualidades atléticas e innatas de Juan José Lozano Jareño, que lo vemos en la foto, sentado atrás, sobre el muro de la valla).
Recuerdo bien a casi todos los cursos que he tenido, siendo tutor de ellos, y como cualquier otro maestro, los recuerdo con cariño y simpatía. Y estos alumnos y alumnas no podrían ser menos por haber sido los primeros de mi tutoría en la primera etapa. Fue un curso que recuerdo perfectamente.
Hoy, tal vez tengan ya los cuarenta y cinco o cuarenta y seis años de edad, más o menos; aunque yo los sigo recordando con aquellas caras de niños nobles y respetuosos que tienen en la foto.
A veces, sin tener explicación alguna, el destino…la vida, las enfermedades o accidentes, nos golpean sin piedad el corazón, al saber que algunos de ellos ya han fallecido siendo tan jóvenes y buenas personas. No tenemos explicación sensata ni lógica para asimilar y aceptar esas muertes tan injustas en plena juventud. Recientemente, ha sido María Jesús Martínez Ibáñez la que nos ha dejado; pero antes, escalonada e incomprensiblemente, ocurrió con Francisco José Escribano de Toro; con Miguel Ángel Flores Escudero;… y el primero que echamos en falta fue Juan José Lozano Jareño, tras aquel trágico accidente.
Al menos yo, los recordaré siempre con los rostros de niños que guarda mi memoria y que muestran en esta fotografía entrañable que les hice en el patio del recreo, hace unos treinta y siete años, cuando ellos tenías diez u once primaveras de juventud y esperanza. Dios los guarde y bendiga a todos.
Adolfo Martínez García

  DE LOS ESPACIOS OCUPADOS No sé cuantas personas podrán estar en la misma situación, de tener ocupados todos los espacios de los estantes...