sábado, 9 de marzo de 2019


RECORDANDO A PILI CANO Y A PURI ESCRIBANO
(por Adolfo Martínez García)

.
   El pasado viernes 8 de marzo de 2019 se celebró el Día Internacional de la Mujer, buscando concienciar más a la sociedad sobre la igualdad de derechos de las mujeres con respecto a los hombres; y se viene celebrando este día desde que la alemana Clara Zetkin, una de las primeras trabajadoras convencida en conseguir la igualdad de género, lo propuso en el año 1910 en una Conferencia Internacional de Mujeres de 17 países diferentes que se celebró en Copenhague.
   A través de la historia de los pueblos han existido peculiares  mujeres que se han destacado imperiosamente en esa lucha contra la desigualdad. Y en este día de especial celebración,  quiero tener presentes por diferentes motivos, a dos paisanas amigas,  entrañables y carismáticas mujeres rodeñas,  ya desaparecidas:

   A Pili Cano, porque, precisamente,  este mismo viernes Día Internacional de la Mujer asistíamos  en la iglesia de El Cristo a “la misa de mes” de su fallecimiento.  Misa celebrada en la plena  semana de los Carnavales que tanto  disfrutó Pili Cano en los desfiles.  Por doble motivo la recordábamos plenamente. Me parecía estar viéndola  en los imborrables recuerdos de esta mítica fiesta, participando como cada año con sus graciosos movimientos y bailes, encabezando los desfiles “por libre”, sin comparsa y a su estilo, sin complejos, con alegría, causando la admiración y envidia de la gente, pues pocos se atrevían a mostrarse  así, en solitario y sin careta. Por ello en esta popular y grotesca fiesta no podemos olvidar  a tan simpática mujer, con aquel buen humor, valentía y ganas de sana  diversión.
   Ya era muy popular, como hija mayor de la inolvidable maestra de párvulos doña Margarita, pero se  hizo mucho más famosa con aquellos primeros desfiles de nuestro  renacido Carnaval, contribuyendo  a consolidarlos con su esperada  presencia, demostrando a todo el pueblo que no era imprescindible arroparse entre otras personas disfrazadas para divertirse en Carnaval. Ella fue el mejor ejemplo de “máscara” sin antifaz.
  Desde el periódico Plaza Mayor, en el año 1997, nuestro director Antonio Delgado le dedicó las hermosas palabras que a continuación escaneo, junto a la ilustración del ceramista Juan Cebrián, y con ellas volvemos a guardar  en el corazón el grato recuerdo de Pili Cano:

   Y, otro bello recuerdo para este día especial de la mujer, está protagonizado por una maravillosa y culta persona que formó parte del grupo de jóvenes amigas y amigos que me ayudaron a crear la  carroza para la reina de las fiestas, Mari Luz Aguirre, en el año 1973; prima hermana de nuestro inolvidable amigo Agustín Merlos, quien me involucró en aquel proyecto de esculturas y fantasías durante todo un verano.


   La gran mujer de la que escribo es,  Puri Escribano López,  fallecida en el año 2011 tras una cruel enfermedad; pero que la recordaremos siempre en las vacaciones de aquel verano inolvidable disfrutando entre el grupo entusiasta de improvisados artistas carroceros, amigos de Agustín. Aquella joven mujer  era ya muy famosa  y admirada en la localidad, pues cariñosamente todos  la conocían   como “Puri Matrículas”,  por sus altísimas notas en todos los estudios que realizaba. Su simpatía y cordialidad se entremezclaban con la sencillez de su trato,  y aunque todos sabíamos de su inteligencia y valía, ella jamás se dio importancia por su inigualable trayectoria hacia las cumbres más altas que iba consiguiendo en sus estudios. 


    En este  especial viernes, Puri ha sido  protagonista indiscutible en los recuerdos de muchísimas personas que la conocieron u oyeron hablar de ella, pues  con el paso del tiempo su nombre había traspasado las fronteras locales donde nació, extendiéndose su prestigio y sabiduría no sólo en la región de Valencia, donde alcanzó el máximo nivel en sus  títulos universitarios, sino que también consiguió fama internacional. Las revistas científicas levantinas y su entorno universitario la han recordado entrañablemente en esta fecha, homenajeándola una vez más a título póstumo:

   Así, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia inauguró, el jueves siete de marzo del presente año, una exposición dedicada a las mujeres científicas que han contribuido en el desarrollo de la química; y entre ellas estaba nuestra paisana Puri Escribano López, Doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de Valencia, que fue directora del Colegio Universitario de Castellón entre los años 1987 y 1989, participando definitivamente en la creación de la Universidad Jaime I de Castellón en 1991, donde fue vicerrectora de Investigación y  catedrática de Química Inorgánica. Ella protagonizaba en la mencionada exposición  uno de los 24 paneles con el dibujo de su rostro, más un resumen de sus aportaciones a la Ciencia, escrito en tres idiomas, castellano, valenciano e inglés.

   Nuestra doctora publicó más de cien artículos científicos en revistas especializadas nacionales e internacionales, participando en más de cincuenta proyectos de investigación, y fue coordinadora del Área de Ciencia de los Materiales de la Agencia Nacional de Evaluación de Proyectos.
   También se destacó ampliamente por su defensa en los derechos de la mujer y la igualdad, siendo una de las fundadoras del Seminario de Investigación Feminista o Instituto Universitario de Estudios Feministas y de Género. .
 
 La Universidad Jaime I  ya había dedicado a  nuestra  ilustre rodense la fuente  de la Escuela Superior de Tecnología y Ciencias Experimentales, “Font de les Dones Científiques”, el día 14 de mayo de 2012, testimoniándolo una placa conmemorativa como homenaje a su lucha en defensa  de los valores de las mujeres. La placa está junto a la que contiene los quince nombres de mujeres científicas  que  Puri ya había elegido personalmente como las más emblemáticas y significativas por sus aportaciones a la ciencia.


   Las palabras finales con las que nos despedimos  en este artículo de su hermoso recuerdo, fueron elegidas y pronunciadas por ella misma al final de su lección inaugural en la apertura del curso 2011-2012 de la Universidad Jaime I, unos dos meses antes de su fallecimiento, cuando tenía 59 años de edad, y pertenecían a la científica italiana  Rita Levi-Montalcini, en las que Puri parece que quiso identificarse íntimamente:

   “Nunca he pensado en mí misma. Vivir o morir es la misma cosa. Porque naturalmente la vida no está en este pequeño cuerpo. Lo importante es la forma en que hemos vivido y el mensaje que dejamos. Eso es lo que nos sobrevive. Eso es la inmortalidad”.



  NUEVAMENTE LLEGÓ TU CUMPLEAÑOS  Con flores, lilas silvestres, con versos, libros, pensamientos en miles de recuerdos..., vuelves a ser la ...