jueves, 24 de julio de 2025

 LEZUZA TURÍSTICA

Durante una semana completa hemos estado mi hermana Crescen y un servidor en Lezuza, descansando, veraneando, disfrutando o como queramos decir, con satisfacción y felicidad por estar en esta bonita villa junto a mi hija Toñi, su esposo Juan Eloy y sus hijos ( mis nietos) Carmen y Juan. Nos alojamos en la casa donde viven, que es la antigua casa de los abuelos de Juan Eloy: Herminio Lucas Candel y Teresa Marín Lopez, hoy magníficamente reformada.
Personalmente, he de decir que me entusiasma Lezuza, con su peculiaridad de empinadas, estrechas y largas calles con artísticas cuestas que embellecen su paisaje urbano y rompen la monotonía de los llanos a los que algunos estamos acostumbrados. Es un pueblo muy importante arqueológica e históricamente hablando, lleno de paz y armonía, donde veranear es todo un placer.
He disfrutado mucho comprobando cómo asistían diariamente mis nietos a la escuela de verano, a la piscina municipal, a los juegos y aventuras infantiles nocturnas con los otros niños y niñas del pueblo veraneante, que me recordaban aquella pandilla juvenil de la entrañable serie televisiva “Verano azul”.
Esta vez no; pero en otras ocasiones, paseé por la vega del río Lezuza con sus frondosos árboles y cultivos de horalizas y frutales; subí hasta las ruinas del castillo medieval en cuyo cerro existen restos del poblado íbero-oretano e importantes testimonios pétreos de la colonia romana Libisosa (Libisosanorum Foroagustana); visité su testimonial museo con importantísimas piezas arqueoplógicas; la preciosa iglesia de Nuestra Señora de la Asunción; el famoso pedestal romano del siglo II d. C., colocado en una esquina de la casa de La Tercia con inscripción latina; otro año y mes fui testigo de su fiesta y mercado recordando la época romana… ; y hasta me tomé alguna cerveza fresca en el bar de Germán, viendo su buen ambiente en las cenas veraniegas. En fin, que me encanta y me encantará siempre Lezuza. Es un verdadero placer volver a visitarla.
Adolfo Martínez García



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           CUATRO ATLETAS PIONERAS

Corría el año 1972 y recuerdo que estaba de maestro definitivo en la localidad de Villarrobledo, en el colegio Graciano Atienza, e iba y venía al trabajo en mi primer coche nuevo, un llaneante citroen 8; y por la tarde, ya en La Roda, entrenaba y fomentaba las competiciones de “campo a través” y de atletismo “en pista” (que las pintábamos con tierra blanca dentro del campo de fútbol). Animado por el concejal de deportes Eduardo Grande Villodre, primo hermano del entonces alcalde Eduardo Grande Puertas, hice un curso de monitor nacional de Atletismo en Albacete  con un entrenador catalán de reconocido prestigio en la Federación Española de Atletismo; también quisieron obtener esa titulación y viajamos juntos a Albacete diariamente: Sebastián Alarcón y Maribel Merlos.  (Personalmente, diez años atrás, ya había realizado dos cursos de monitor nacional de atletismo con otro organismo dedicado a la formación de la juventud, la Organización Juvenil Española, en dos veranos seguidos, en Palencia1961, y en Tarragona 1962).

   Me gustaba muchísimo el deporte y lo había practicado intensamente; aunque ya por entonces estaba integrado como entrenador y dirigente de la sección de atletismo con un grupo de amigos deportistas y también entrenadores y dirigentes de otras secciones  del “Club Polideportivo Doncel”, que  fue el primer embrión o el primer eslabón de la cadena evolutiva del actual “Club Polideportivo  La Roda”.

   Bajo la presidencia de Pepe Aguado Palacios, estábamos Antonio Monsalve en la sección de baloncesto y la secretaría del club; Agustín González que introdujo la novedosa sección de fútbol-sala, y que luego llevaría Constantino Berruga; Julio Martínez en la sección de fútbol; Andrés Martínez en la sección de ajedrez;  Sebastián Alarcón la sección de gimnasia deportiva; Adolfo Martínez la sección de atletismo…; etc. y menciono en general, también relacionados con el deporte y con el club de aquella época a Ricardo Molina,  José Blasco, Sixto González, Pascual Rubio, Eloy Ortiz… 

Recuerdo que en los campeonatos provinciales de “campo a través” del año 1974, nuestro equipo cadete femenino había quedado campeón provincial y nos correspondía participar directamente en el campeonato nacional de España, que se celebraba en Tarragona;  y allá que nos fuimos  con el permiso de los padres de las menores en un tren de aquellos con asientos de listones de madera.

   Las atletas de 14 años eran María Victoria Atienza Blesa, Ventura González Melero, Juli Fernández Olivares y Justi García Ortiz, que las vemos en estas dos fotografías muy mal  enfocadas desde un principio y que, al menos una, la de “blanco y negro”  se ha podido mejorar algo con la inteligencia artificial  y el tiempo dedicado por mi hijo Adolfo; pero la de color era imposible  y está  tal cual, desenfocadísima y  apenas nos reconocemos; pero son las únicas fotos testimoniales que tenemos de aquel evento deportivo.

   Están con ellas algunas chicas juveniles de la localidad de Villarrobledo, también campeonas provinciales en su categoría; y viajamos con las menores  una maestra entrenadora de  la  localidad mencionada,  y un servidor como entrenador de las rodenses. 

   Fue la primera vez que un equipo femenino de La Roda  participaba en la final de un campeonato nacional de España de Atletismo ( bueno, “campo a través”). Los resultados fueron aceptables para un club novel como el nuestro que empezaba su andadura atlética en un nivel nacional y que competía con casi un centenar de chicas más experimentadas; pero estoy seguro que la experiencia deportiva y social fue positiva  y emocionante para ellas y sus padres que las autorizaron y se sentirían orgullosos de sus hijas atletas.  

   Y lo más importante, deportivamente hablando a nivel de club, es que fueron ellas el primer eslabón de la cadena del atletismo femenino rodense, y en general, fueron puente y enlace con generaciones anteriores y posteriores del atletismo local. Tras ellas, pioneras en esta competición, y pasados muchísimos años, vendrían los triunfos atléticos del recordado rodense Juan José Lozano Jareño, o los de nuestra paisana, incansable y ejemplar  Maria José de Toro, y su marido Carlos Lucas, o el campeonísimo  David Castro, etc. Por cierto que me pregunto: ¿Cuándo va a tener La Roda unas pistas de atletismo reglamentarias, terminadas y homologadas, al nivel que esta villa se merece? ¿No va siendo ya hora de que La Roda las tenga como ocurre en otros pueblos?

   Pero hoy queremos recordar especialmente a aquellas  cuatro chicas rodenses, primeras participantes en la final de un  Campeonato de España de “Campo a través”.

   ¡Felices recuerdos para vosotras, María Victoria, Ventura, Juli y Justi!

Adolfo Martínez García

miércoles, 16 de julio de 2025

 

                       VISITANDO A CARMEN

Un día de tantos que suelo ir a visitar a mi mujer, y estando ya cercano el día de su santo (el 16 de julio), especialísima fecha para todas las personas que la quisimos y la queremos, me surgió el imperativo deseo de hacerle un poema; pero me exigí a mí mismo que fuese con versos endecasílabos y rima consonante; especialmente con énfasis en las cuartas, sextas y décimas sílabas de cada verso, y estuvieran integrados dentro de dos cuartetos y dos tercetos,  que hace mucho tiempo aprendimos su nombre ( “soneto”) en aquella famosa Academia Cervantes de don Manuel Merlos Ruiz, a quien tantas generaciones estamos eternamente agradecidos  por su existencia, y en donde estudiábamos Lengua y Literatura con nuestro recordado don Antonio de Toro Gómez. Un poema que, buscándola por el Cielo infinito, verá la luz el mismo día de su santo, y volverá a ser otro homenaje más como recuerdo y felicitación para aquella atractiva y  cariñosa Carmen que se nos fue  demasiado pronto y ahora será un ser de luz, un bondadoso ángel, un alma celestial a quien amar, recordar y pedir su intercesión o ayuda.

   Y,  después de algunos días emborronando folios, rompiéndolos, arrugándolos y  arrojándolos a la papelera…, me quedé con estos catorce versos que titulé: 

             Deseando un imposible

Frente a su rostro dulce y complaciente,

mirando alegre o triste…enamorado,

su hermosa foto en mármol veteado

que guarda fiel su cuerpo eternamente,

vengo otra vez incrédulo e impaciente,

lleno de amor y fuego apasionado,

a recordar con gozo al ser amado

que tanto quiero y años lleva ausente.

¡Si Dios quisiera darle otra vez vida

y  caminara erguida  otro  camino

donde no muera y sólo esté dormida…!

¡ Si hiciera Dios  milagro tan divino

 y despertara  a Carmen  fallecida

 para seguir viviendo otro destino…!

 

Adolfo Martínez García



          

               AQUEL CAMPAMENTO VOLANTE Ahora que muchos niños y jóvenes, tras unas semanas de formación, convivencia y deleite en los cam...