ENRIQUE DE LA HOZ AL PIANO
El nombre de este rodense está perpetuado; volvemos a recordarlo especialmente al llegar
las fiestas mayores de la villa, que
primero fueron en el mes de mayo con la estancia en el pueblo de la Virgen de
los Remedios (1942-1954), y después se mudaron al mes de agosto (1955- 2025 etc.) ; pero el nombre de Enrique de la Hoz Díaz y su
pasodoble “Luminaria”, tradicionalmente vuelven a resurgir con alegría y fuerza
cada año en la presentación y coronación
de la reina de las fiestas y sus damas
de honor.
Conocemos de su vida muchos
detalles entrañables e importantes, pues nació en La Roda y aquí transcurrió su
infancia y juventud, hijo de Julia Díaz
Basauri y de Gonzalo de la Hoz Jornet, (hermano del recordado maestro de
escuela y poeta sublime de la Virgen de los Remedios, don Antonio de la Hoz
Jornet, que muchos conocimos y fuimos sus alumnos e incluso compañeros cuando llegamos
a coincidir en el colegio José Antonio en sus últimos años de docencia).
El abuelo de Enrique de la Hoz Díaz, de igual nombre, fue: Enrique de la Hoz
Fernández, que vino a La Roda como
médico por el año 1877; era de Alovera (Guadalajara) y estaba casado con
Asunción Jornet y Romera, de Granada. Aquí vivieron con sus ocho hijos ya rodenses ( Rafael, sor Pepita,
sor Carmen, Enrique, Gonzalo, Antonio, Salvador y Francisco). Y es
muy curioso descubrir que el padre de este médico mencionado y abuelo de
nuestro protagonista creador del pasodoble “Luminaria”, también fue médico y
también había venido a La Roda como tal
en el año 1855, con 30 años de edad; se llamaba Rafael de la Hoz Sanz, era de
Paradinas (Segovia), casado con Micaela Fernández Riaza, de Madrid. (Según
refleja mi estudio genealógico del linaje “de la Hoz”)
Ya hice un amplio artículo sobre nuestro
protagonista el día 7 de junio de 2007 y lo publiqué en el blog “La Roda, mi
patria chica”, dando detalles de los cargos importantes que desempeñó en su
vida este ilustre rodense. Sólo quiero recordar que desde muy joven, en La Roda fue un culto tertuliano e intrépido
escritor en los periódicos locales, en las reuniones sociales, en los actos
culturales y musicales…Había aprendido autodidácticamente a tocar el piano y a
participar en actuaciones culturales de la villa: teatros, bailes, zarzuelas…
Había logrado salvarse,
milagrosamente, de las matanzas y odios de la guerra civil española, no como le
ocurrió a parte de su familia; y posteriormente desempeñó los cargos culturales y
artísticos más diversos:
Director de Radio Nacional de Cuenca; en
América estuvo en la Radio Nacional
Colombiana y en la Escuela de Arte Dramático de Bogotá, del teatro Colón. ( Durante aquellos años en Colombia, Enrique de la Hoz
grabó un disco de alegres canciones españolas interpretadas por él al piano; lo
hizo en “Industrias Fonográficas Sello Vergara” de Bogotá, con las siguientes interpretaciones: Fandango
de Huelva; Sevillanas; Lagarterana; Jota
aragonesa; El Vito; El U y el dos; Seguidillas madrileñas; y Malagueña. Podremos escuchar ahora una de
ellas, titulada “Lagarterana”, pulsando en la foto ilustrativa del artículo).
Siguiendo con los cargos que desempeñó en la
nación, fue Subdelegado General de Cultura de España; Jefe de Emisiones de Radio Nacional de España
en Madrid, siendo también el director-gerente de la prestigiosa revista
“Música”;
Subsecretario General de Cultura Popular del Ministerio de
Información y Turismo; Comisario General
de los Festivales de España; impulsor en
la creación de la Orquesta Sinfónica de Radio y Televisión y en la
creación de la Compañía del Teatro Popular Español;
Por 1982, Delegado en la Orquesta
de RTVE, ( antes había sido Comisario Nacional de la Música y Vicepresidente
ejecutivo de la Orquesta Sinfónica de RTVE); Además, fue el responsable
técnico y crítico de la Orquesta Nacional de
España en su cargo de Comisario de la Música en el Ministerio de Educación y
Ciencia; de desarrollar y divulgar los Festivales de España por todo el
territorio nacional. Y especialmente fue el artífice en la idea de crear
y lanzar el grandioso espectáculo lírico de la “Antología de la Zarzuela” que
tan maravillosamente supo montar y dirigir José Tamayo.
En dos comentarios que en el año
2007 me mandaron desde América en el artículo de mi blog ya mencionado, me escribieron en uno:
“Tuve el placer de ser su asistente en la
Embajada de España en Bogotá. Inolvidable maestro de maestros”.
Y en el otro comentario me decían:
“ Desde su llegada a Bogotá (Enrique, Cecilia y doña Carmen) hicieron gran
amistad con mis padres.”
De él dijeron en la prensa madrileña: “Fue
un hombre para la música, y para el teatro, el periodismo, la radio y el
espectáculo en general; pero fue sobre todo un hombre de bien que dedicó con
pasión su vida a lo que amaba".
Y este gran hombre, que tuve la dicha de
conocer en el entierro de su tío, nuestro maestro don Antonio de la Hoz, fue
el compositor del conocido pasodoble
“Luminaria” y el autodidacta pianista no
profesional, alegre, inquieto y dinámico que podremos escuchar ahora al piano,
presionando en la foto de la carátula de su propio disco colombiano.
Adolfo Martínez García
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