MARAVILLOSO RECUERDO
Habrán pasado ya dos meses y tres días, desde que escribí y publiqué en Facebook el corto texto en negrita que acompañaba a la fotografía de nuestra boda; pues era la fecha de nuestro cuadragésimo tercero aniversario. Y muchísimas personas, amigos, conocidos y gente asidua a dicha red de comunicación, dejaron sus cariñosos comentarios a unos lejanos novios jóvenes y atractivos que se reflejaban en aquella imagen.
No deseé que se perdiera entre tantas otras notificaciones, ocurrencias, reflexiones... de fechas innumerables; y dedidí guardar aquí mi publicación. ¿Dónde mejor que en mi blog personal, en donde tanto he escrito, y escribiré, pensando en Ella?
Pero lo guardaba como un proyecto, y me olvidé de publicarlo. Hoy, después de un tiempo entretenido, al volver a este blog casi olvidado, compruebo que no publiqué aquello que había pensado. Y, aunque tarde, lo hago ahora mismo.
"Hoy, inquieto y agitado, me he despertado muy temprano, de madrugada. No podía dormir. A mi mente llegaban tantos recuerdos hermosos y queridos...; pues fue también un 12 de agosto, pero de 1978, (hace 43 años), cuando Carmen y yo nos casamos.
Y despierto, he soñado con Ella otra vez, reviviendo nuestra vida feliz, entre sonrisas y añoranzas."
Inexorablemente, el tiempo sigue pasando indiferente a las desgracias o tragedias de cada uno. Nada se paró ni se parará. Sólo nuestra mente con su pobre memoria, acompañada de las palpitaciones enamoradas del corazón, guardan inalterados los sentimientos y recuerdos de aquel bello pasado con Carmen.
Recordamos los momentos felices; pero también los desafortunados, como cuando sin haberlo esperado ni presentido, ella, en un momento, se fue físicamente de nuestro lado para siempre, y nuestro corazón se rompió de pena y dolor.
No cesaremos de llorar su muerte cada día; pero nada cambiará; ella jamás va a volver, salvo en los recuerdos que custodiamos celosamente. Y pasarán los años y seguiremos teniendo la misma desesperación, añoranza e inconformismo, preguntándonos sin respuesta el por qué la vida es, además de bonita, tan cruel, pues nuestra alma y existencia siguen partidas por la mitad sin Ella.
Personalmente, -como a tantísimas personas que les ha pasado lo mismo, de perder a su gran amor, a la persona que formaba parte íntima de su vida y de su ser, tan unidos y enamorados, inseparables y sumamente felices-, pienso cada vez más en ella,y me gusta imaginarla lo más cerca posible. Considero muy importante que no se vaya difuminando su recuerdo y quiero que siga íntegro y presente en la mente y en el corazón: Por ello, voy a reflexionar y a recordar nuestra vida de pareja, en "una cotidiana visita" frente a sus restos, día a día; le he escrito y publicado un libro, añorándola; y otro más casi terminado, imaginativo y futurista, donde sigue reinando ella en mi mundo, que es el suyo; estoy recopilando en un vídeo personal, tantos momentos vividos a su lado, (que, en realidad, dicho vídeo, por tan largo metraje, será la primera parte de una serie familiar en tormo a Carmen).
Con un cierto desfase en las nuevas tecnologías, bien por mi inconstancia en seguir practicándolas o bien por estar entretenido en otros hobbies, lo cierto es que, no las domino bien y, ¡menos mal! que tengo muy cerca a un buen asesor: mi hijo Adolfo, para preguntarle mis dudas y "ponerme a punto", y así ser capaz de convertir los formatos de mis cintas super-ocho, de DVD a mp4; importar y crear textos, vídeos e imágenes, operando con ellos, seleccionando e intercalando lo que me interese en la "línea del tiempo", y añadiendo en el audio las melodías de mi gusto. Ya hice hace tiempo algo parecido, cuando la talla del pequeño Jesús Nazareno; pero desde entonces... entre los nuevos programas desconocidos, los olvidos propios por no "continuar en la brecha", etc. etc., me hubiera resultado dificilísimo, por no decir imposible, hacer lo que estoy haciendo ahora con el vídeo de Carmen... de no ser por las respuestas de mi hijo. (La serie se titulará: "Con nuestra Carmen inolvidable". Y esta primera parte es "Enamoramiento, noviez y boda").
Tantas escenas guardadas las fui grabando, en su día, en fotos y películas, técnicamente defectuosas, con aquellas diversas cámaras o tomavistas antiguos, ya obsoletos. Pero, a pesar de todo, sus escenas son muy importantes, familiar y sentimentalmente, como imprescindibles testimonios de una época vivida e irrepetible. ¡Y ahí estarán presentes; como ella, que sigue mentalmente presente en cada rincón por donde estuvimos alguna vez!
ADOLFO MARTÍNEZ GARCÍA
No hay comentarios:
Publicar un comentario