UN PASEO SALUDABLE Y SORPRENDENTE:
¡LAS PISTAS DE ATLETISMO!
He estado caminando durante una hora ─como es recomendable hacerlo “los mayores”
diariamente ─ pero, en esta ocasión, por
diferente lugar a como lo había hecho otros días, (que era un
trayecto por calles cercanas a mi barrio: Charco, Echegaray, General Prim,
Peñicas… y otras muchas). Y esta vez estuve por el Parque de la Cañada,
desarrollando sobre la marcha un
improvisado recorrido.
Durante el paseo, recordé que había leído en
Facebook la existencia en La Roda de unas
básicas instalaciones para los entrenamientos de atletismo en el “Campo
Maracañí”, (creo que aprobadas en un pleno municipal del mes de julio de
2018) y, como todavía no conocía nada de
aquel lugar deportivo, decidí visitarlo, incluyéndolo dentro del improvisado trayecto
de esa tarde. Pero, antes de llegar “al
Maracañí”, observé a lo lejos una elevación artificial del terreno, como si
contuviera algún sendero nuevo. Sentí
curiosidad por ver de cerca aquella obra y abandoné el camino que llevaba,
cruzándome a campo a través hasta llegar a ese terreno.
¡Qué sorpresa tan magnífica y deseada! ¡Eran
unas pistas de atletismo hechas con
tierra apisonada y con anchura para cuatro calles!
Fue una alegría de las mejores de mi vida,
pues ¡por fin, La Roda tenía unas pistas de atletismo estables y, deseo
reglamentarias! Seguramente llevan ya algunos años hechas, pero desde hace
tiempo estoy desvinculado del deporte y siento
no haberme enterado antes, por lo que pido disculpas a quienes tuvieran esta magnífica
idea y proyecto, (y creo que fue el concejal de deportes de la anterior
legislatura, Eduardo Sánchez Martínez).
Decidí subir a ellas para pisarlas, salvando
la mediana altura en la que están construidas y, con ilusión, las recorrí varias veces andando ligero,
recordando con emoción los años jóvenes en los que competía en las pistas de Albacete, corriendo los duros
400 metros lisos.
(Éstas, están todavía sin terminar
completamente, enmarcadas solamente con su bordillo interior, hechas de tierra
apisonada, en la que se aprecian las múltiples pisadas de los atletas que entrenarán actualmente. Aunque es
una pena que solamente hayan previsto cuatro calles, pues hay terreno
suficiente para crear, al menos seis, si ocho creyeran que son demasiadas).
Y mientras marchaba sobre ellas, me iba
acordando de mis compañeros de atletismo, participantes en otras
especialidades: Antonio Cebrián Villodre en la carrera de 1.500 metros lisos, y
de Antonio Monsalve Marchante en los 100 y 200; pues ¡ojalá! hubiéramos tenido
nosotros, al menos, estas pistas para entrenarnos; (aunque los tres conseguimos
ser campeones provinciales en nuestra especialidad, así como en relevos 4x100,
complementados con un cuarto corredor: Paco Ferrero).
Por entonces, en los primeros años de la
década de los sesenta, como en La Roda no
teníamos pistas de atletismo, entrenábamos en el mismo terreno del campo de
fútbol, e incluso en las eras de “la laguna de los patos”. Allí nos entrenábamos
seriamente por pulir un estilo o rebajar una marca.
Creo que de eso hace ya…¡nada más y nada
menos que… unos sesenta años! Éramos jóvenes y nos “hervía la sangre”. Hacíamos
mucho deporte, especialmente atletismo, y competíamos contra otros, sana y
deportivamente, sobre todo en la “Semana
de la Juventud” en honor al patrón San Fernando ( 30 de mayo).
Para celebrar las competiciones provinciales
de atletismo, nos desplazábamos a Albacete en tren. Sólo allí existían unas
pistas de atletismo, que eran “de ceniza”, con cuatro calles, y nuestro
acuartelamiento o residencia oficial mientras duraban las competiciones, eran
unas tiendas de campaña montadas en el recinto del ferial de la capital
manchega.
Otros atletas que surgieron mucho tiempo después, cuando nosotros ya no
competíamos, (y alguno nos dedicábamos a entrenar y organizar campeonatos
locales dentro de la sección de atletismo que presidíamos en el Club
Polideportivo Doncel), sí que disfrutaron de unas escuetas y reducidas pistas
donde entrenar e incluso competir a escala local, aunque, por supuesto no eran
reglamentarias y se marcaban sobre el campo de fútbol. Era entonces ( por 1973)
concejal de deportes Eduardo Grande Villodre; pero algo servían para practicar y
fomentar el atletismo, ¡que era lo importante! (Las marcábamos Monsalve y yo
con tierra blanca, mediante un carricoche de bebé donde incrusté un bidón de la
horchatería de mi padre, con un agujero en su fondo para que cayera la tierra
blanca). A pesar de todo, de las reducidas dimensiones de las pistas, de la
incomodidad y pereza de tenerlas que marcar cada semana, etc., celebramos
varios campeonatos locales, infantiles y juveniles; (y menciono especialmente a
quien me ayudó en las tareas administrativas, con las puntuaciones y
clasificaciones de los equipos de aquella liguilla en el I campeonato local por
equipos: José Temprado López).
Después, el teniente alcalde y concejal de
deportes Antonio García Morales, secundó nuestra idea y proyecto de crear unas
pistas “ex profeso” para el atletismo, con cuatro calles alrededor del campo de
fútbol; aunque estorbaba la pared del fondo del campo en el trazado de la
segunda curva, que sería imperfecta. Sin embargo la primera curva estaría
trazada con tres radios distintos, (y se corría por ella velozmente sin salirse
el atleta), resultando unas pistas de
trazado parecido al de las cubiertas,
donde los jóvenes atletas rodenses podrían entrenar y competir a escala local.
(Y se desplazó el campo de fútbol hacia el marcador, dejando espacio a su
alrededor para cuatro calles enmarcadas
en dos bordillos con ladrillos blancos, por el interior y el exterior de las
mismas). ¡Se hicieron realidad gracias al apoyo del concejal mencionado,
Antonio García, muy amante de todos los deportes! Al menos era algo importante
para el atletismo local, aunque no fueran reglamentarias con 400 metros de
cuerda, porque no teníamos más terreno disponible.
De estas
dos últimas épocas mencionadas, recuerdo en las competiciones a atletas
como: Juan Carrilero Fernández, Emilio González
Chacón, Juan Ortiz, Modesto del Amo y su hermano Inocencio, Carmelo Canales, Antonio
Aranda, Antonio Grande Arco, Blas Fernández, Julio Salvador, Juan Gabriel
Martínez Puertas,...; Joaquina Berruga Charco, Monserrat Martínez Huerta,
Conchi Olivares, Encarnita Alarcón, Ángeles González… y muy especialmente
nuestro equipo cadete femenino, campeonas provinciales en Campo a Través, María
Victoria Atienza Blesa, Ventura González Melero, Juli Fernández Olivares y
Justi García Ortiz, con las que fui al Campeonato de España, en Tarragona
(1974). (Y recuerdo muchísimos nombres más, pero la lista se haría interminable
en ambas categorías).
Pasó el tiempo y al no poder celebrarse en ellas competiciones oficiales y federadas, sólo
entrenamientos, y, seguramente, por más motivos e intereses deportivos, dejaron
de existir. ¡Pero siempre fue el sueño de muchos el poder tener en La Roda,
algún día, unas básicas pistas de atletismo!
En mi vespertino paseo por las pistas actuales,
no había nadie entrenando y he disfrutado muchísimo en ellas, recordando
aquellos lejanos momentos de sufrimiento físico en los últimos metros de la
meta, cuando querías mantener la misma velocidad de los trescientos metros
anteriores y te pesaban las piernas como si fueran de plomo. Y he recordado
también en otros instantes, la satisfacción que te embargaba cuando conseguías aguantar el mismo ritmo desde un
principio y, medio exhausto, cruzabas la línea de llegada. Subir al pódium
después, si era tu día, también producía felicidad; tanta como verlas ¡por fin!
hoy día, aunque inacabadas, pero ya serviciales a los atletas y vecinos en
general.
Será un reto pendiente para nuestras
autoridades el poderlas terminar y complementar adecuadamente, y si es posible
con más calles ¡por favor! Lo más imprescindible y difícil era disponer del mucho terreno necesario, y esto ya se tiene,
(creo que gracias a la cesión de su dueño al municipio; por lo que todos
debemos estarle muy agradecidos). Pues, ánimo, adelante y enhorabuena.
ADOLFO MARTÍNEZ GARCÍA
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