martes, 25 de noviembre de 2025

 HACE CASI CUARENTA AÑOS

Por el año 1986, escribí el resultado de una ardua investigación sobre un entrañable y original personaje llamado Antonio López Sotos, “El Cojo de Nazareno”, y su extensísima familia de antepasados que se remontaban hasta casi el siglo XVI, así como sus numerosos descendientes, (hijos, nietos, bisnietos, y los tataranietos que existían en el año que formé y grapé los folios mecanografiados, 1986). Por parte paterna, yo soy uno de sus muchos bisnietos.


Descubrí en aquella investigación que, el apodo de “Nazareno”, le venía heredado y transmitido desde, al menos, ocho generaciones de antepasados, que con este apodo eran conocidos por el resto del pueblo. Por lo que tenía una especial curiosidad y empeño en llegar a saber el por qué de aquel apodo familiar; desde luego, relacionado con las procesiones de Semana Santa y la cofradía de Jesús Nazareno, de la que eran y somos nazarenos la familia todavía.
He considerado que aquel humilde trabajo histórico de genealogía familiar, creado a multicopista y grapado “caseramente” por mí, merecía completarse con más datos informativos, ser ilustrado con las fotografías originales que he podido recoger, como los retratos de algunos de los hijos e hijas de “El Cojo de Nazareno”, que en total tuvo 12, y me faltan aún varias fotos que me están buscando sus descendientes, a los que les doy las gracias anticipadas. Y he incorporado a este nuevo libro, el árbol genealógico en color de toda la gigantesca familia, que irá en una hoja grande y desplegable para que al ser mayor, sea más legible; y todo ello maquetado y publicado por la magnífica editorial con la que sigo en contacto desde hace años. Por curiosidad histórica, o por parentesco, bien cercano o lejano, si alguien estuviera interesado en obtener dicha investigación o libro, ya comunicaré su nacimiento y publicación a través de este mismo medio.
El estar jubilados y ser ya mayores, no significa que debamos permanecer inactivos y poco creativos, pues a pesar de las determinadas circunstancias sentimentales de cada uno, es una buena época de la vida, serena, reflexiva y pacífica, muy propicia para seguir desarrollando nuestras inquietudes.
ADOLFO MARTÍNEZ GARCÍA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  HACE CASI CUARENTA AÑOS Por el año 1986, escribí el resultado de una ardua investigación sobre un entrañable y original personaje llamado...