viernes, 24 de enero de 2025

 

HACE UNOS 61 AÑOS

En la década de los 60, allá por 1964, compré un magnetófon de marca Ingra. Era para cintas grandes de larga duración, como las que tenían las emisoras de radio; y con él grababa las voces de la familia y amigos, así como la música del momento. Sabía que podían ser importantes recuerdos para  cuando pasaran muchos años.

   Y una tarde de aquellas, sería sábado, hace 61 años, espontáneamente, se les ocurrió a Juan Merlos, Manolo Moreno, Ángel Sotoca y Paco Huedo, juntarse en un aula de la Academia Cervantes para  divertirse y entretenerse en lo que más les gustaba, como era cantar y tocar con las guitarras canciones del momento. Al grupo me uní con la intención de grabarlos con mi novedoso aparato. (Las fotos que he podido conseguir para ilustrar el artículo no son todas de la misma época, pues algunas son de aquellos años, y otras son más recientes).

    Juan Merlos acompañaba rítmicamente las melodías con acordes en una guitarra española; Manuel Moreno “punteaba” las canciones en otra guitarra española; Ángel Sotoca  golpeaba con las manos el tablero de la larga mesa a cuyo alrededor estábamos sentados, como si de una batería se tratara; Paco Huedo y los tres anteriores componentes del grupo, cantaban; todos cantábamos.

   Fue una tarde deliciosa, musicalmente hablando, pues los cuatro improvisados músicos eran de lo mejor que teníamos en La Roda. Por entonces  no se había constituido públicamente ningún conjunto local, aunque se rumoreaba que unos conocidos chicos querían ser un conjunto moderno y ya ensayaban canciones en un impensable habitáculo, pues era una funeraria; pero, todavía no tenían comprados sus instrumentos electrónicos ( guitarras eléctricas, bajo, batería, micrófonos…) y por lo tanto tampoco habían debutado en público, (ellos serían después “Los Gardos”).  Por lo que aquella reunión musical en la Academia Cervantes tuvo su importancia, ya que, sin ánimo de formar un grupo o conjunto de música moderna, sólo con la intención de pasar una tarde de sábado, cantando y tocando las guitarras, fueron realmente el embrión y primer conjunto moderno de jóvenes, aunque desconocido y efímero, grabando algunas melodías que les entusiasmaban. Pronto se constituirían “Los Gardos”, “Los Makukos” o “Gatos Rojos”, y tantos otros conjuntos rodenses jóvenes de los que disfrutamos.

   La grabación quedó en una larga cinta que tuve la intención de dedicar exclusivamente a los conjuntos rodenses; pero dicha cinta al igual que el magnetófono, sufrieron diversos imprevistos, borrados y accidentes, sobre todo el magnetófono que, además de quedar obsoleto y desfasado por los modernos “cassettes”, se me estropeó gravemente con el tiempo y  no tuvo reparación posible por no existir ya las piezas a reponer, ni la fábrica que los creó.

   Este año, 2025, los Reyes Magos, que son muy magos, me han dejado un aparato grabador igual que el averiado; es de segunda mano, pero medio funcionaba bien, y mi hijo Adol ha logrado mañosamente ponerlo a punto. Gracias a él, hemos rescatado fragmentos de algunas canciones de aquella memorable tarde, que podrán escuchar en este artículo, como la humorística "El burro de la tía Vinagre"; después: “Guitarra tango” y “Flamenco” que hicieron famosas “The Shandows” más “Los Pekenikes”, y “Los “Brincos”, respectivamente.

   De todas maneras la grabación en la cinta magnética, después de tantos años, contaminada con polvo, esporas, etc.,  y… con  tomas no profesionales, “caseras” y espontáneas, sin ensayos previos, no tienen la calidad que quisiéramos, y son puramente testimoniales; pero a pesar de todo se refleja el buen “punteo” o interpretación de las melodías por Manolo Moreno; el magistral acompañamiento rítmico del genial Juan Merlos;  los acertados y oportunos golpeos en la mesa del futuro batería de “Los Gardos”: Ángel Sotoca; y también las voces agrupadas de todos  los componentes, junto a la de Paco Huedo, futuro vocalista de “Los Gardos”. Repito que es una audición testimonial de la época joven de estos  rodenses que bien conocemos todos,  lamentando desde hace ya muchos años el fallecimiento de nuestro amigo Paco Huedo, por lo que estas audiciones, casi milagrosamente rescatadas, tienen para nosotros mucha más importancia.

  ADOLFO MARTÍNEZ GARCÍA




domingo, 5 de enero de 2025

 

MAGNÍFICA GRAN GALA LÍRICA

Ayer, sábado, día 4 de enero, tuvimos la dicha y privilegio de asistir a la Gran Gala Lírica protagonizada por nuestro querido tenor albacetense, Gabriel Blanco, con  la Joven Orquesta de Albacete dirigida por el rodense Juan Villodre, y con el coro del Orfeón de la Mancha, a las 19  horas en el auditorio de la Casa de la Cultura, dentro de las actividades culturales programadas por nuestro Excmo. Ayuntamiento.

   El pueblo de La Roda demostró, una vez más, con su masiva asistencia y sus fuertes aplausos y vítores,  su pasión por la música, por las buenas voces y magistrales interpretaciones instrumentísticas. Acompañado por mi hija Fuen, disfrutamos de la preciosa Gala Lírica,  con una primera parte dedicada a la ópera, deleitándonos escuchando a Gabriel en varias de las arias famosas que nos brindó con su potente, dulce y modulada voz de buen tenor, finalizando esta parte operística con la conocida y famosa aria “Nessun Dorma” ( Que nadie duerma), de la ópera Turendot, del compositor italiano Giacomo Puccini, disfrutando y admirando la técnica y arte de Gabriel, emocionándonos con sus impecables agudos, recibiendo un enorme y efusivo aplauso con bravos del público.

   La segunda parte, se dedicó a famosas romanzas de zarzuelas muy conocidas, comenzando la primera con “¡No puede ser! Esa mujer es buena”, de la zarzuela “La Tabernera del Puerto”, del compositor Pablo Sorozábal, cantándola magistralmente con sentimiento y técnica depurada. Y claro, en una localidad de La Mancha, como es La Roda, no podía faltar “La Canción del Sembrador”, de la zarzuela “La Rosa del Azafrán”, del toledano Jacinto Guerrero, que arrancó los aplausos entusiasmados de los asistentes. (A pesar de estar escrita para barítonos y hacerla famosa barítonos como Emilio Sagi Barba, su hijo Luis Sagi Vela, o Marcos Redondo, también la cantaron varias veces tenores afamados, como Plácido Domingo o Alfredo Krauss; e igualmente lo ha hecho con técnica e ilusión nuestro Gabriel Blanco, manchego, albaceteño y rodense.

   El público entusiasmado le hizo repetir la romanza del sembrador y nos regaló también la canción de “Granada”, del compositor mejicano Agustín Lara, donde finalmente sus agudos pusieron a la gente de pie.

  La joven orquesta sonaba “como los ángeles” y el público ha quedado muy feliz y complacido, admirando en varios momentos la destreza de su joven flautista que el director señaló especialmente. También el coro del orfeón gustó mucho en todas sus interpretaciones, especialmente en el “Coro de los Esclavos” de la ópera Nabuco, de Verdi.

   Fue una tarde fina, maravillosa y plena de orgullo, especialmente por ser amigos y paisanos de hombres tan brillantes como el buen director Juan Villodre y el gran tenor Gabriel Blanco.

Adolfo Martínez García.


viernes, 3 de enero de 2025

 

                       CONFIDENCIAS DE MADRUGADA

A estas altas horas de la madrugada, el silencio apacible de nuestra casa sólo es rítmicamente rasgado por los vaivenes del viejo péndulo del reloj colgado en la pared del segundo portal. Con este bohemio rumor ambiental y algunas campanadas que, de vez en cuando, en sus horas, van marcando el lento paso de la noche, me he puesto a escribir algo, sin saber muy bien qué, pero debiendo hacerlo porque así lo siento ahora mismo.

   Debía estar durmiendo, pero un anhelo interior, un fuerte deseo, me ha incitado a transmitir algo de lo que pensaba y estoy pensando en la soledad de la madrugada. Algo que plasmar con las teclas de la ya clásica y nueva máquina de escribir, la mágica creadora de palabras: es decir, mi viejo ordenador.

  Me venían a mi memoria los recientes momentos familiares de estos días navideños, donde, a pesar de todo, seguimos cumpliendo  la ancestral tradición de celebrar esta bonita fiesta religiosa con la familia, superando y vencido todas las posibles perezas, penas acumuladas y desganas de diversión que pudiera sentir nuestro corazón; puesto que por estos días, recordamos más aún  a quienes nos faltan y jamás volverán.

   Pero, ¿Quiénes seríamos capaces de negar a nuestros hijos y especialmente a nuestros revoltosos y preciosos nietos, la dicha de sentir el mensaje de la Navidad, la ilusión de los regalos de Papá Noel o de los Reyes Magos, las buenas voluntades de sus mayores en las clásicas cenas familiares, y los brindis por un Feliz Año Nuevo?

   Y nos reunimos todos como familia en casa de unos u otros abuelos para sentir más íntimamente la Navidad, mostrando a los nietos  nuestra mejor cara risueña, mordiéndonos las penas disimuladamente, como ya hicieron a su vez, dándonos ejemplo, nuestros padres y abuelos. Así debe ser, como así fue siempre.

   En nuestra casa, la casa de Carmen y mía, de nuestros hijos y nietos, nos tocaba estar y comer todos juntos  el día de Navidad, y también en la  Nochevieja.  Y es muy hermoso y gratificante pensar que,  de aquel primer origen de esta hermosa familia que empezamos Carmen y yo, tras nuestra boda en 1978, hoy, es numerosa, y nos hemos podido reunir  hasta catorce. Ella, Carmen, fue el origen imprescindible, el crisol fuerte y sereno donde se fundieron personas tan maravillosas como nuestros hijos y nietos; y aunque ahora, desde el año 2019, ella nos falta físicamente, está espiritualmente siempre presente en la mente y corazón de todos. Como también están las fotografías de su atractivo rostro repartidas por las paredes de la casa, presidiendo gráficamente todo lo que hemos realizado en familia: la grata comida o cena de cada momento;  los instantes de ocio, juegos de mesa y televisión; los ratos de paz, sueño y silencio, como puede ser este, en el que escribo; teniéndola siempre cercana, imaginada y soñada; reina de nuestros pensamientos y recuerdos; siempre cariñosa, sonriente, dulce e inolvidable.

Adolfo Martínez García


DE AQUELLOS RÍGIDOS TRÁMITES MATRIMONIALES Investigando otros temas, me he encontrado con los extraños requisitos o leyes que tuvieron que...